jueves, 24 de mayo de 2007

Pequeña historia Bravera

JAJAJAJAJAJa. Hoy David y Pepe se ríen de nosotros:

-¿CÓMO OSAN HACER BOTELLON EN DIA SANTO?- dice David admirando las babas de un mini de cerveza a través del cual Él lo ve todo.

Él y su fiel camarada se encuentran detrás de la barra desde donde miran a un mundo que, para ellos, no es mas que un montón de personas que les pagan para que se cumplan sus más bajas pasiones (eso si, sin gritar demasiado). Pepe mira a su izquierda, a través del largo y mugriento pasillo que lleva a sus dependencias. Su laboratorio, donde ha creado durante décadas las sustancias que han privado de los sentidos a generaciones y generaciones de mortales sumergiéndoles en la total sumisión con su mezcla de pan, carne, lechuga, cebolla y, en ocasiones que era totalmente necesario, queso y bacon.

Los pensamientos de Pepe son oscuros, David nota como su hermano se debilita. Pepe cae a las rodillas de David sollozando.

- ¿Acaso estoy perdiendo mi don? Acaso Zulu me lo ha arrebatado por no cumplir nuestro cometido. ¿Qué hemos hecho mal? Ya empezaban a llevar todos camisetas negras, menos aquel rarito.

David es una efigie imperturbable. Su cerebro no para de maquinar terribles planes para esta epidemia en su templo. Si el primer día hacen botellón no los veremos hasta que vuelta del frío y eso se podría repetir. Zulu necesita almas perturbadas sólo como los Braveros saben. Su dios y maestro se enfadará si los chicos no aparecen y el Bravas que tanto amaba, donde se había dejado toda la piel por las paredes, desaparecería en el vórtice de la inexistencia siendo ocupado por esa secta que adora a un Oso al que ya todos trataban de Don.

No podía consentirlo, apartando a su hermano de las rodillas va al fondo del establecimiento, al baño, el altar donde muchos se habían dejado el alma poco a poco. Desenroscando el tirador de “La casera” abrió la tapa del depósito y allí encontró El Libro. Zulu tenía que tener una respuesta. Ojeando sus páginas encontró la respuesta, pero sólo le duraría otra semana. Ya se preocuparía para el jueves que viene.
Su risa, escuchada por pocos hacen que los niños de un kilómetro a la redonda lloren: DILUVIO. Eso es lo que necesitan.

Fin

P.D Los que todavían no sepan quie es Zulu, hay que joderse.

p.d Hoy bravas no?

2 comentarios:

Javier García dijo...

pos al final no eh?

Freiji dijo...

Me ha molado mil pero sigo sin saber quien es Zulu...

Aterriza como puedas